jueves, 26 de noviembre de 2015

Meningitis.

Se trata de una infección de las meninges (tejidos que recubren el cerebro y médula espinal) que puede ser de origen viral o bacteriano.
  • La meningitis bacteriana es muy grave y requiere tratamiento inmediato ya que puede afectar el funcionamiento neuronal de la persona que la padece.
  • La meningitis viral es más leve y ocurre con mayor frecuencia que la meningitis bacteriana. Afecta a los niños y a los adultos menores de 30 años principalmente. La mayoría de las infecciones ocurre en niños menores de 5 años.


Síntomas.


La meningitis es una causa importante de fiebre en niños y recién nacidos.

Además de ese síntoma principal, suelen aparecen rápidamente:
  • Escalofríos.
  • Cambios en el estado mental.
  • Náuseas y vómitos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Cuello rígido (meningismo).

 También, en ocasiones pueden aparecer:
  • Agitación.
  • Fontanelas abultadas.
  • Disminución del estado de conciencia.
  • Alimentación deficiente o irritabilidad (en niños).
  • Respiración rápida.
  • Postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás.

 En ambos tipos de meningitis se presentan los mismos síntomas. Por lo que es necesario acudir al médico lo antes posible ante la presencia de fiebre alta y cualquiera de los demás síntomas.




Prevención.



La medida preventiva fundamental es aplicar a los bebés y niños las siguientes vacunas gratuitas y obligatorias, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación:
  • La vacuna Pentavalente: a los 2, 4 y 6 meses.
  • La vacuna Neumococo Conjugada: a los 2, 4 y 12 meses.
  • La vacuna Cuádruple: a los 18 meses.

 En el caso de declararse un caso de meningitis meningocócica, los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con la persona enferma deben recibir antibióticos preventivos para evitar infectarse.

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