jueves, 26 de noviembre de 2015

Ascariasis.




Es una infección causada por el parásito nematelminto Ascaris lumbricoides.







Trasmisión.


Las personas contraen ascariasis al consumir alimentos o bebidas que están contaminados con huevos de áscaris. Esta es la más común de las infecciones por lombrices intestinales. Está relacionada con una higiene personal deficiente y condiciones sanitarias precarias. Las personas que viven en lugares donde se utilizan heces humanas (deposiciones) como fertilizante también están en riesgo de padecer esta enfermedad.


Síntomas.


La mayoría de las veces no hay síntomas. De haberlos, estos pueden incluir:
  • Expectoración hemoptoica (moco expulsado de las vías respiratorias inferiores).
  • Tos.
  • Fiebre baja.
  • Expulsión de lombrices en las heces.
  • Dificultad para respirar.
  • Erupción de la piel.
  • Dolor de estómago.
  • Vómito con lombrices.
  • Sibilancias.
  • Salida de lombrices por la boca o la nariz.



Prevención.


El mejoramiento de las condiciones sanitarias y de higiene en los países en vías de desarrollo reducirá el riesgo en esas zonas. En las zonas donde es común esta enfermedad, se puede recomendar un tratamiento de rutina o preventivo con desparasitantes.
  • Cocer bien los alimentos.
  • Hervir el agua antes de su consumo.
  • Lavar bien las manos antes de tocar, preparar o comer.
  • Lavar bien las manos después de ir al servicio.
  • No defecar en áreas de cultivo.
  • Lavar y desinfectar bien las frutas y verduras.



Gonorrea.


Es una infección causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae. Puede causar infección de la uretra, el cérvix, el recto y la garganta. Sin embargo, muchas personas no saben que tienen gonorrea porque, aunque estén infectadas, pueden no presentar síntomas.






Trasmisión.


Durante el contacto sexual (sexo vaginal, anal u oral) sin preservativo con una persona infectada. La transmisión es por contacto con las mucosas infectadas.

Síntomas.


La gonorrea puede afectar los genitales, el recto o la garganta. Muchos varones y mujeres con gonorrea pueden no presentar síntomas, especialmente cuando la infección está presente en el recto o la garganta.

En la mujer, los síntomas pueden incluir:
  • Flujo vaginal generalmente verdoso o amarillento.
  • Ardor cuando orina o la necesidad de orinar más frecuentemente.
  • Sangrado después de las relaciones sexuales.
  • Sangrado entre los períodos de menstruación.
  • Dolor abdominal o pélvico.


En el varón, los síntomas pueden incluir:
  • Flujo del pene generalmente verdoso o amarillento.
  • Ardor cuando orina o la necesidad de orinar más frecuentemente.
  • Testículos adoloridos o hinchados.

En ambos, pueden sentir: dolor/ardor, secreción y/o sangrado.


Prevención.


A la hora de prevenir la gonorrea debemos tener en cuenta que hay que actuar a dos niveles: controlando la resistencia a los antibióticos de amplio espectro (tratan muchos tipos diferentes de bacterias, incluso de familias o grupos distintos); y el control sobre la propia transmisión de la bacteria.
  • Uso de preservativo en las relaciones sexuales.
  • Cuando un afectado es conocedor de padecer la gonorrea es imprescindible que comunique la situación a sus parejas sexuales para que éstas comprueben si han sido contagiadas y puedan tratarse y a la vez evitar la propagación de la bacteria a otras parejas.
  • No tener relaciones sexuales hasta que se haya concluido el tratamiento a seguir para curarse por completo de la gonorrea.
  • Si sientes síntomas genitales como ardor o irritación al orinar, secreciones o úlceras consulta con tu médico por si se tratara de una enfermedad de transmisión sexual.
  • Vigilancia de las autoridades sanitarias de los países en los que la gonorrea es un problema de salud importante, para detectar la aparición de las resistencias.
  • Los profesionales sanitarios deberán estar al día de los tratamientos que fallan, para no prescribirlos, impidiendo así que pueda facilitarse la multi-resistencia (o la resistencia cruzada, es decir, cuando la resistencia de una bacteria a un antibiótico le permite ser resistente o mostrar menos sensibilidad a otro/s tratamiento/s).




Giardiasis.



La giardiasis es una infección del intestino delgado causada por un parásito diminuto (protozoo) llamado Giardia lamblia.






Trasmisión.


El parásito vive en el suelo, los alimentos y el agua. También puede encontrarse en superficies que hayan estado en contacto con desechos animales o humanos.

Usted puede resultar infectado si:
  • Está expuesto a un miembro de la familia con giardiasis.
  • Toma agua de lagos o arroyos donde animales, como los castores y ratas almizcleras, o animales domésticos, como las ovejas, han dejado sus desechos.
  • Ingiere alimentos crudos o mal cocidos que hayan estado contaminados con el parásito.
  • Tiene contacto personal directo en guarderías, clínicas de convalecencia o asilos de ancianos con personas infectadas con el parásito.
  • Tiene sexo anal sin protección.

Síntomas.


El tiempo comprendido entre el momento de resultar infectado y los síntomas es de 7 a 14 días.

La diarrea es el principal síntoma. Otros síntomas abarcan:
  • Gases o distensión abdominal.
  • Dolor de cabeza.
  • Inapetencia.
  • Fiebre baja.
  • Náuseas.
  • Pérdida de peso y de líquidos corporales.

Algunas personas que han tenido infección por Giardia durante mucho tiempo siguen teniendo síntomas incluso después de que la infección haya desaparecido.











Prevención.



  • Purifique toda el agua de arroyos, charcos, ríos, lagos o pozos antes de tomarla. Use métodos como hervirla, filtrarla o tratamiento con yodo.
  • Los trabajadores de las guarderías infantiles o instituciones deben hacer buen uso de técnicas higiénicas y de lavado de manos cuando pasan de niño en niño o de un paciente a otro.
  • Igualmente, las prácticas sexuales con precaución pueden disminuir el riesgo de contraer o diseminar la giardiasis. Las personas que practican el sexo anal deben ser especialmente cuidadosas.
  • Pele o lave las verduras y frutas frescas antes de comerlas.



Triquinosis.




Es una infección causada por el nemátodo Trichinella spiralis.







Trasmisión.


La triquinosis es una enfermedad causada por el consumo de carne mal cocida y que contiene quistes (larvas o gusanos inmaduros) de Trichinella spiralis.



Síntomas.



Los síntomas de triquinosis incluyen:
  • Molestia abdominal
  • Cólicos
  • Diarrea
  • Hinchazón facial alrededor de los ojos
  • Fiebre
  • Dolor muscular (especialmente dolor muscular al respirar, masticar o al usar músculos largos)
  • Debilidad muscular






Prevención.


  • Consumiendo carne de cerdo y derivados frescos y bien cocidos (es decir, cocinándolos hasta que desaparezca el color rosado). Tener en cuenta que salar o ahumar la carne no es sufriente para matar al parásito.
  • Adquiriendo los productos derivados, chacinados y embutidos (como jamón, panceta, longaniza, chorizos) solamente en comercios habilitados, verificando en la etiqueta que hayan sido elaborados por empresas autorizadas.
  • La venta callejera de estos alimentos está prohibida.
  • En zonas rurales y criaderos:
  • Respetar las normas establecidas por los servicios veterinarios para la cría de cerdos.
  • Alimentarlos adecuadamente, evitando que ingieran basura y restos de alimentos de restaurantes o comercios urbanos.
  • Evitar la proliferación de ratas en los criaderos.
  • Al realizar la faena de un animal (cerdo, jabalí o puma), incluso si se realiza de manera doméstica, es importante consultar al veterinario y pedir el análisis de una muestra de entraña de cada res a fin de confirmar la ausencia del parásito que provoca la triquinosis.
  • Si se encuentra el parásito en un animal, es necesario eliminar la res completa.



Amebiasis.



Es una infección intestinal causada por el parásito Entamoeba histolytica.








Transmisión.


La Entamoeba histiolytica se disemina a través de agua o alimentos contaminados con heces. Esta contaminación es común cuando los excrementos humanos se utilizan como fertilizantes. Esta enfermedad también puede diseminarse de una persona a otra, particularmente por contacto con el área bucal o rectal de una persona infectada.




Síntomas.


La mayoría de las personas con esta infección no tienen síntomas. Si se presentan, se observan de 7 a 28 días después de estar expuesto al parásito.

Síntomas leves:
  • Cólicos abdominales.
  • Diarrea (blandas con moco y ocasionalmente con sangre).
  • Fatiga.
  • Flatulencia excesiva.
  • Dolor rectal durante una defecación (tenesmo).
  • Pérdida de peso involuntaria.

Los síntomas graves pueden abarcar:
  • Sensibilidad abdominal
  • Heces con sangre, incluso paso de heces líquidas con vetas de sangre, paso de10 a 20 heces al día
  • Fiebre
  • Vómitos
  • Causas


Prevención.


  • Buen aseo de manos.
  • Evitar comerse las uñas, ya que la onicofagia facilita el contagio.
  • Consumir alimentos bien lavados y cocidos.
  • Beber siempre agua potable.
  • Alimentarse adecuadamente y en forma balanceada.
  • Mantener la vivienda, los pisos, las paredes y los alrededores limpios y secos.
  • Evitar el contacto de las manos y los pies con la tierra o la arena de aquellos sitios donde se sabe o se sospecha que existe contaminación fecal.Evitar ingerir alimentos comprados en la calle y lugares con deficientes condiciones higiénicas.




Meningitis.

Se trata de una infección de las meninges (tejidos que recubren el cerebro y médula espinal) que puede ser de origen viral o bacteriano.
  • La meningitis bacteriana es muy grave y requiere tratamiento inmediato ya que puede afectar el funcionamiento neuronal de la persona que la padece.
  • La meningitis viral es más leve y ocurre con mayor frecuencia que la meningitis bacteriana. Afecta a los niños y a los adultos menores de 30 años principalmente. La mayoría de las infecciones ocurre en niños menores de 5 años.


Síntomas.


La meningitis es una causa importante de fiebre en niños y recién nacidos.

Además de ese síntoma principal, suelen aparecen rápidamente:
  • Escalofríos.
  • Cambios en el estado mental.
  • Náuseas y vómitos.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia).
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Cuello rígido (meningismo).

 También, en ocasiones pueden aparecer:
  • Agitación.
  • Fontanelas abultadas.
  • Disminución del estado de conciencia.
  • Alimentación deficiente o irritabilidad (en niños).
  • Respiración rápida.
  • Postura inusual con la cabeza y el cuello arqueados hacia atrás.

 En ambos tipos de meningitis se presentan los mismos síntomas. Por lo que es necesario acudir al médico lo antes posible ante la presencia de fiebre alta y cualquiera de los demás síntomas.




Prevención.



La medida preventiva fundamental es aplicar a los bebés y niños las siguientes vacunas gratuitas y obligatorias, incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación:
  • La vacuna Pentavalente: a los 2, 4 y 6 meses.
  • La vacuna Neumococo Conjugada: a los 2, 4 y 12 meses.
  • La vacuna Cuádruple: a los 18 meses.

 En el caso de declararse un caso de meningitis meningocócica, los miembros del hogar y otros en estrecho contacto con la persona enferma deben recibir antibióticos preventivos para evitar infectarse.

Botulismo.



El botulismo es una enfermedad infrecuente pero muy seria, que es causada por una bacteria (clostridium botulinum).
Las bacterias pueden entrar al organismo a través de heridas o pueden vivir en alimentos mal enlatados o mal conservados.






Trasmisión.


Existen tres formas de adquirirla:
  • A través de las comidas.
  • Por heridas infectadas.
  • Por la ingesta de las esporas de la bacteria (o sea el elemento reproductor de las mismas) que crecen en el intestino.

 








Síntomas.


Los primeros síntomas están relacionados con el sistema nervioso, como:
  • Los trastornos de la palabra.
  • Llanto débil en los niños.
  • Visión doble y hasta parálisis de los miembros.

Pueden aparecer entre una hora y diez días después de la ingesta.


Prevención.
  • Mantenimiento de la higiene.
  • Separación de alimentos crudos y cocidos.
  • Cocción total.
  • Mantenimiento de los alimentos a temperaturas seguras.
  • Utilización de agua potable e ingredientes crudos seguros.

Para prevenir la enfermedad es recomendable hervir los alimentos previamente descriptos durante al menos 10 minutos antes de consumirlos para eliminar la bacteria.

La miel también puede contenerla y es por esto que no se recomienda a niños menores de un año.


Fiebre Tifoidea.

La fiebre tifoidea es una infección bacteriana causada por una bacteria llamada Salmonella typhi (S. typhi) que causa diarrea y erupción cutánea.







Transmisión.


La Salmonella typhi se propaga a través de alimentos, agua o bebidas contaminadas.
Algunas personas pueden convertirse en portadores de la bacteria Salmonella typhi y continuar expulsando la bacteria en sus heces por años, diseminando la enfermedad.



Síntomas


Los síntomas iniciales incluyen:
  • Fiebre
  • Malestar general
  • Dolor abdominal. 

A medida que empeora la enfermedad:
  • Se presenta fiebre alta (típicamente por encima de 39.5°C).
  • Diarrea abundante.

Algunas personas con fiebre tifoidea presentan:
  • Erupción en la piel como "manchas rosas".
  • Pequeños puntos rojos en el abdomen y el tórax.



Prevención.


  • Las medidas de protección individual consisten en consumir agua segura y alimentos no contaminados y/o bien cocidos.
  • También existen vacunas que pueden ser indicadas para aquellos que viajan a países endémicos.
  • Además, los viajeros a dichas zonas deben beber sólo agua hervida o embotellada e ingerir alimentos bien cocidos.

Influenza.

Es una enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año.

Los síntomas suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas graves, la infección puede conllevar graves complicaciones, provocar neumonía e incluso causar la muerte.




Transmisión.


Se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.



Síntomas.


Esta enfermedad se manifiesta con:
  • Fiebre mayor a 38 º C.
  • Tos.
  • Congestión nasal.
  • Dolor de garganta, de cabeza y muscular.
  • Malestar generalizado.

En los niños pueden presentarse también:
  • Problemas para respirar.
  • Vómitos o diarrea.
  • Irritabilidad o somnolencia.
  • Ante estos síntomas, es necesario consultar al centro de salud para recibir atención médica.



Prevención.


Para evitar el contagio, es importante:
  • Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
  • Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
  • Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
  • Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
  • Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
  • No compartir cubiertos ni vasos.
  • Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.



Rabia.

La rabia es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo al hombre.
Los transmisores de rabia son principalmente los perros y los gatos, pero también algunos animales silvestres como los murciélagos y los zorros. En algunas de las provincias del norte, otros mamíferos domesticables como el ganado pueden contraer la rabia, aunque en general no la transmiten.





Transmisión.


El virus presente en el animal infectado (rabioso) se puede transmitir a través de la herida causada por una mordedura, o bien cuando el animal lame una parte de cuerpo lastimada recientemente.




Síntomas.


En las personas los síntomas que deben hacer sospechar el diagnóstico de rabia son:
  • Fiebre.
  • Inquietud.
  • Dificultad para tragar.
  • Dolor de cabeza.
  • Sensación de hormigueo en el sitio de mordedura o lamedura, días después de haber sido agredido por un animal.

La enfermedad no tiene tratamiento y es de curso mortal.

En los perros y gatos los síntomas incluyen:
  • Cambios de comportamiento.
  • Agresividad.
  • Salivación excesiva.
  • Imposibilidad de tragar o de bebe.
  • Pupilas dilatadas.
  • Convulsiones.
  • Parálisis.
  • Muerte.




Prevención.


  • En caso de sufrir una mordedura:
  • Lavar la herida con abundante agua y jabón.
  • No colocar alcohol ni otro desinfectante.
  • Concurrir rápidamente al centro de salud más cercano para ser evaluado por un médico.

Cuando esté indicado, debe aplicarse la vacuna antirrábica humana lo más inmediatamente posible después de ocurrida la exposición.


Hepatitis A.



Hepatitis significa "inflamación del hígado". El virus de la hepatitis A se contrae cuando una persona come alimentos o toma agua que está contaminada con el virus o tiene contacto cercano con una persona que está infectada.
La infección se puede propagar con más facilidad en lugares cerrados como guarderías, hogares de tránsito y colegios.



Síntomas.


Los síntomas de la hepatitis incluyen:
  • Fiebre.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Pérdida del apetito.
  • Cansancio.

A veces también causa:
  • Dolor o sensibilidad en el hígado.
  • Piel u ojos amarillos (ictericia).
  • Orina oscura y heces blanquecinas.
  • Muchas personas infectadas con el virus de la hepatitis A tienen pocos o ningún síntoma, como por ejemplo en el caso de los niños pequeños es más probable que no tenga síntomas.
  • La mayor complicación de esta enfermedad es la insuficiencia hepática aguda cuyo tratamiento es el trasplante hepático, con una alta mortalidad.


Prevención.


La mejora del saneamiento, la inocuidad de los alimentos y la vacunación son las medidas más eficaces para combatir la hepatitis A.

La propagación de la hepatitis A puede reducirse mediante:
  • Sistemas adecuados de abastecimiento de agua potable.
  • Eliminación apropiada de las aguas residuales de la comunidad.
  • Prácticas de higiene personal tales como el lavado regular de las manos con agua salubre.


Hay varias vacunas contra la hepatitis A disponibles a nivel internacional, todas ellas similares en cuanto a la protección conferida y los efectos secundarios. No hay ninguna vacuna autorizada para niños menores de un año.